|
|
Revista Iberoamericana Ambiente & Sustentabilidad ISSN: 2697-3510 I e-ISSN: 2697-3529 I
Vol. 8, 2025 DOI: https://doi.org/10.46380/rias.v8.e498 |
|
||
|
|
|
|||
|
Fuentes renovables de energía |
|
|||
|
|
|
|||
Potencial eólico marino en México: Zonas óptimas para aerogeneradores fijos.
Offshore wind potential in Mexico: Optimal zones for fixed-bottom wind turbines.
Potencial eólico marinho no México: Zonas ótimas
para aerogeneradores fixos. |
Claudia
Rebeca Rábago Arredondo, Denise
Margarita Rivera Rivera Universidad Centro
Panamericano de Estudios Superiores, México Artículo
científico Enviado: 2/6/2025 Aprobado: 17/9/2025 Publicado: 30/9/2025
|
||||
RESUMEN
La energía eólica es un recurso renovable aprovechable mediante
aerogeneradores instalados en tierra y mar. Desde la década de 1990 países como
Dinamarca y Estados Unidos desarrollaron parques eólicos marinos, impulsando la
transición energética. En contraste, México, pese a condiciones geográficas y
climáticas favorables, presenta rezago en la evaluación y aprovechamiento del
recurso eólico marino. Este estudio tuvo como objetivo identificar las regiones
mexicanas con mayor potencial eólico marino para la instalación de
aerogeneradores fijos, considerando factores geográficos, climáticos y
tecnológicos. Se emplearon simulaciones geoestadísticas con el programa Global
Wind Atlas para caracterizar el potencial eólico
en el Istmo de Tehuantepec, las costas de Yucatán y Veracruz. Posteriormente,
se simuló un parque eólico marino con aerogeneradores fijos en System Advisor Model para evaluar su viabilidad técnica y económica.
Los resultados indicaron que el Istmo de Tehuantepec presentó el mayor
potencial, gracias a la elevada velocidad del viento, estabilidad atmosférica y
condiciones batimétricas óptimas; lo que permite un alto rendimiento energético
y costos operativos competitivos. Este estudio demostró la relevancia de un
análisis técnico riguroso para orientar decisiones estratégicas, diversificar
la matriz energética, impulsar la transición hacia fuentes renovables y
desarrollar infraestructura eólica marina en México.
Palabras clave: energía renovable, infraestructura
marina, modelado energético, simulación geoestadística, transición energética,
viabilidad técnica.
ABSTRACT
Wind energy is a
renewable resource harnessed by turbines installed onshore and offshore. Since
the 1990s, countries such as Denmark and the United States have developed
offshore wind farms, driving energy transition. In contrast, Mexico, despite
favorable geographic and climatic conditions, lags in the assessment and
exploitation of offshore wind resources. This study aimed to identify Mexican
regions with the highest offshore wind potential for fixed-bottom turbines
installation, considering geographic, climatic, and technological factors.
Geostatistical simulations using the Global Wind Atlas software were used to
characterize the wind potential in the Isthmus of Tehuantepec and the coasts of
Yucatán and Veracruz. An offshore wind farm with fixed-bottom turbines was
subsequently simulated in the System Advisor Model software to assess its
technical and economic feasibility. Results indicated that the Isthmus of
Tehuantepec exhibited the greatest potential, thanks to its high wind speed,
atmospheric stability, and optimal bathymetric conditions, enabling high energy
yield and competitive operational costs. This study demonstrated the relevance
of rigorous technical analysis to guide strategic decisions, diversify the
energy matrix, drive transition to renewable sources, and develop offshore wind
infrastructure in Mexico.
Keywords: energy modeling, energy transition, geostatistical simulation, marine infrastructure, renewable energy, technical feasibility.
RESUMO
A energia eólica é um recurso renovável que pode ser explorado por meio de
turbinas eólicas instaladas em terra e no mar. Desde a década de 1990, países
como Dinamarca e Estados Unidos desenvolveram parques eólicos offshore,
impulsionando a transição energética. Em contraste, o México, apesar das
condições geográficas e climáticas favoráveis, está atrasado na avaliação e
exploração de recursos eólicos offshore. Este estudo teve como objetivo
identificar as regiões mexicanas com maior potencial eólico offshore para
instalação de turbinas eólicas fixas, considerando fatores geográficos,
climáticos e tecnológicos. Simulações geoestatísticas usando o programa Global
Wind Atlas foram usadas para caracterizar o potencial eólico no istmo de
Tehuantepec e nas costas de Yucatán e Veracruz. Um parque eólico offshore com
turbinas fixas foi então simulado no System Advisor Model para avaliar sua
viabilidade técnica e econômica. Os resultados indicaram que o Istmo de
Tehuantepec apresentou o maior potencial, graças à sua alta velocidade de
vento, estabilidade atmosférica e condições batimétricas ótimas, permitindo
alta eficiência energética e custos operacionais competitivos. Este estudo
demonstrou a importância de uma análise técnica rigorosa para orientar decisões
estratégicas, diversificar a matriz energética, impulsionar a transição para
fontes renováveis e desenvolver infraestrutura eólica offshore no México.
Palavras-chave: energia renovável,
infraestrutura marinha, modelagem de energia, simulação geoestatística,
transição energética, viabilidade técnica.
INTRODUCCIÓN
La energía eólica tiene su origen en la energía solar: la radiación solar
calienta de forma desigual la superficie terrestre y la atmósfera, generando
gradientes de temperatura y presión que ponen en movimiento el aire y
concentran energía cinética a distintas escalas. Esta energía cinética del
viento puede convertirse en electricidad mediante aerogeneradores onshore (terrestres) y offshore
(marinos) y se perfila como una de las energías renovables de más rápido
crecimiento a nivel global. Según la Agencia Internacional de Energías
Renovables (IRENA, 2024) en 2023 la capacidad instalada a nivel mundial de
energía eólica supera los 1000 GW, de los cuales alrededor del 7% corresponden
a parques marinos. Aunque la tecnología offshore
ofrece factores de planta más elevados y una producción más continua, sus
costos de instalación siguen siendo altos y según la Agencia Internacional de
la Energía (IEA, 2023), aún no existen mapeos integrados que orienten de manera
precisa la elección de sitios, lo que frena su despliegue frente a proyectos
terrestres.
En México, el potencial eólico marino resulta muy atractivo: con más de 11
000 km de litoral en sus costas pacífica y del Golfo de México, y velocidades
medias de viento superiores a 7 m/s en aguas someras (<60 m de profundidad),
las condiciones son adecuadas para las cimentaciones fijas de aerogeneradores
según el Consejo Global de Energía Eólica (2024) y la Secretaría de Energía
(2023). Estudios oficiales estiman un recurso eólico offshore
potencial de varios miles de gigavatios en la plataforma continental mexicana,
muy por encima de la meta nacional de 15 GW de capacidad eólica de la
Asociación Mexicana de Energía Eólica (2023). Sin embargo, esta oportunidad
permanece sin aprovecharse por la carencia de un marco técnico que integre
batimetría, recurso eólico, cercanía a costa y criterios tecnológicos, así como
por falta de regulaciones específicas y de certeza jurídica para proyectos
marinos más allá de la Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el
Financiamiento de la Transición Energética (2008), que define las directrices
generales para el uso de fuentes limpias y establece los mecanismos de
financiamiento; y a la Reforma Energética de 2013, implementada en 2014
mediante modificaciones a la Ley de la Industria Eléctrica orientadas a modernizar
el sector eléctrico (Vázquez-Pérez, 2021). Además, las directrices recientes
que privilegian proyectos de Petróleos Mexicanos y de la Comisión Federal de
Electricidad desalientan la inversión privada y la adopción de tecnología
avanzada, retrasando la materialización de parques offshore.
La investigación nacional en energía eólica marina se encuentra todavía en
una etapa incipiente y fragmentada. Los estudios existentes carecen de
regionalizaciones detalladas y datos robustos sobre variables climatológicas,
geográficas y tecnológicas para la selección de emplazamientos óptimos
(Arredondo-Gámez et al., 2022; Meza-Carreto et al., 2024).
Además, la dependencia de tecnología importada encarece los proyectos y dispersa
sus beneficios en fabricantes extranjeros, lo que dificulta el desarrollo de
capacidades locales y la transferencia tecnológica. Este escenario subraya la
necesidad de un método sistemático que combine modelaciones de viento,
evaluaciones ambientales y estándares de diseño adaptados al contexto mexicano,
de modo que el potencial teórico se convierta en capacidad instalada real.
En este trabajo se tuvo como objetivo principal identificar zonas óptimas
para la instalación de aerogeneradores fijos marinos en México, evaluando de
manera integral variables geográficas, climáticas y tecnológicas. El alcance de
esta primera etapa se centra exclusivamente en la determinación de los sitios
más adecuados para su instalación; por ello, las variables socioambientales,
como los impactos sobre hábitats, el uso del espacio marino, la pesca y las
dinámicas de comunidades costeras, si bien se reconocen como fundamentales para
una eventual implementación, no fueron consideradas en este análisis y deberán
incorporarse en fases posteriores. Además, se propone un modelo de parque
eólico offshore orientado a maximizar los beneficios
económicos, naturales y tecnológicos para el sistema eléctrico nacional. Entre
los objetivos específicos se tuvieron: caracterizar los beneficios potenciales
de un parque eólico marino adaptado a México y contrastar las regiones de mayor
recurso con experiencias internacionales de éxito, con el fin de extraer
recomendaciones y buenas prácticas que sirvan de base a futuros marcos
regulatorios y de planificación.
La hipótesis plantea que las regiones costeras mexicanas con vientos
constantes, profundidades adecuadas y proximidad a la costa ofrecen un recurso
suficiente para diseñar instalaciones offshore capaces
de generar beneficios económicos, naturales y tecnológicos comparables a los de
los proyectos eólicos marinos más avanzados del mundo. Si bien este estudio se
centra en variables geográficas, climáticas y tecnológicas, dejando
sistemáticamente fuera del análisis la dimensión social, se reconoce que esta
última es esencial para la viabilidad de cualquier proyecto y deberá
incorporarse en evaluaciones futuras. Además de los resultados técnicos, este
estudio analiza las implicaciones en políticas energéticas, como el convenio
entre la Comisión Federal de Electricidad y la Agencia Danesa de Energía, así
como el potencial de creación de empleo y desarrollo económico en las
comunidades costeras.
MATERIALES Y MÉTODOS
En este estudio se empleó un enfoque de simulación
geoestadística divido en dos etapas complementarias. En la primera etapa se
caracterizaron cuatro parques eólicos marinos consolidados: Vineyard Wind I (Estados Unidos), Wikinger
(Alemania), Hornsea 2 (Reino Unido) y Anholt (Dinamarca), para evaluar sus condiciones climáticas
(velocidad media, densidad de potencia y direccionalidad del viento) y sus
atributos geográficos (batimetría y proximidad a la costa) a través de la
plataforma Global Wind Atlas (2022). Con estos
resultados se definieron categorías de buenas prácticas que sirvieron de
criterio para la selección de zonas análogas en México, considerando únicamente
ubicaciones con aguas someras (<60 m de profundidad), velocidades medias del
viento superiores a 7 m/s y distancias optimizadas a la costa para
cimentaciones fijas de aerogeneradores. En la segunda etapa, cada una de las
zonas mexicanas seleccionadas se modeló como un parque eólico offshore de cimentación fija utilizando el software System Advisor Model (SAM) versión 2023, herramienta del Laboratorio
Nacional de Energías Renovables (2023) con el propósito de evaluar la
viabilidad técnica y económica. Este software considera datos representativos
de EE. UU., de modo que, para los fines de esta investigación, se seleccionaron
modelos con características similares a las ubicaciones propuestas para las
zonas costeras mexicanas. Los resultados simulados se compararon con los cuatro
casos mencionados (Vineyard Wind
I, Wikinger, Hornsea 2 y Anholt) (figura 1).
Para la obtención y tratamiento de datos, se empleó principalmente la plataforma
Global Wind Atlas (GWA, 2022), la cual proporcionó
mapas de alta resolución del recurso eólico a nivel global, nacional y regional
(figura 2). Se recopilaron datos correspondientes al periodo 2020-2024,
de modo que se capturaron las variaciones a corto plazo y los patrones
estacionales que pudieran influir en la viabilidad de aerogeneradores fijos. A
partir de las capas clasificadas según los factores de carga de la Comisión Electrotécnica
Internacional (2019), se extrajeron los parámetros de velocidad y densidad del
viento, y se superpusieron las capas de batimetría y distancia a costa para
delimitar los emplazamientos viables (figura 3). A fin de ilustrar el
procedimiento aplicado a todos los casos de estudio, se muestra el caso de Vineyard Wind I en las figuras
4-6, que representan respectivamente: (i) la velocidad media del viento
superior a 7 m/s, (ii) densidad media de potencia y (iii) batimetría uniforme cercana a 45 m de profundidad.
Figura 1. Flujo metodológico del presente estudio.
Fuente: Elaboración propia.
Figura 2. Interfaz de
GWA.
Fuente: Global Wind Atlas (2024).
Figura 3. Diagrama de análisis de datos para la evaluación del potencial eólico en
GWA.
Fuente: Elaboración propia.
Figura 4. Velocidad media del viento a lo largo del
periodo de estudio (4 años) en el Parque Eólico Vineyard Wind I de
Estados Unidos.
Fuente: Global Wind Atlas (2024).
Figura 5. Densidad media de potencia en el Parque Eólico Vineyard
Wind I de Estados Unidos.
Fuente: Global Wind Atlas (2024).
Figura 6. Batimetría y distancia de la costa
del Parque Eólico Vineyard Wind
I de Estados Unidos.
Fuente: Global Wind Atlas (2024).
Una vez validada la metodología con los cuatro casos
de estudio internacionales (Vineyard Wind I, Hornsea 2, Wikinger y Anholt), se replicaron los mismos criterios en las regiones costeras
mexicanas. A partir del reporte del recurso eólico disponible para México
extraído del GWA, se identificaron las costas con
mayor velocidad media del viento, destacando el Istmo de Tehuantepec, las
costas de Veracruz y Yucatán como las zonas más prometedoras para instalar
tecnología offshore. Estas tres zonas se compararon,
en términos de categoría de recurso, con cada uno de los proyectos
internacionales seleccionados, y posteriormente se simuló su comportamiento en
México mediante un análisis técnico-económico. En SAM, los datos climáticos y
geográficos extraídos de GWA se incorporaron a
una plantilla de proyecto donde se ejecutaron simulaciones para estimar la
producción anual, el factor de planta y los costos de inversión, operación y
mantenimiento. El modelo generó además las curvas de generación horaria,
mensual y anual, así como las métricas financieras: Costo Nivelado de Energía
(LCOE) y costo neto de capital, así como un análisis de sensibilidad ante
variaciones en el recurso eólico. Estos resultados permitieron comparar la
viabilidad técnico-económica de cada sitio mexicano con los promedios de los
casos internacionales de referencia.
Para cuantificar la eficiencia operativa se calculó el factor de planta
mediante la fórmula:
Por su parte, el LCOE resume el costo total de ciclo de vida del proyecto
(inversión, operación y mantenimiento) expresado en unidades monetarias por kWh
generado, el cual se calculó durante la vida útil del proyecto, según la
metodología de NREL (2022). Este indicador resultó clave para comparar
alternativas y para la toma de decisiones de inversión en parques eólicos
marinos (IRENA, 2023).
Como parte de la metodología, se realizó una revisión bibliográfica en bases
de datos científicas de literatura especializada en energía eólica marina y
geoestadística, que validó los parámetros de simulación y facilitó el contraste
de los hallazgos con las mejores prácticas internacionales. Entre las
limitaciones principales se identificaron la ausencia de mediciones in situ, lo
que impuso la dependencia total de los datos de GWA; y la falta de datos
meteorológicos históricos detallados para las zonas marinas mexicanas.
Asimismo, no se modelaron efectos detallados de interacción oleaje-estructura,
aspecto complejo que deberá abordarse en estudios futuros mediante simulaciones
CFD (Computational Fluid Dynamics).
RESULTADOS
Tabla 1. Resultados de los proyectos exitosos.
Parque eólico |
País |
Velocidad media del viento (m/s) |
Densidad media de potencia (W/m2) |
Batimetría (m) |
Distancia de la costa (km) |
Vineyard Wind |
Estados Unidos |
9.43 |
1134 |
-40 |
24.14 |
Hornsea |
Reino Unido |
10.01 |
1307 |
-30 |
89 |
Wikinger |
Alemania |
9.35 |
1105 |
-40 |
35 |
Anholt |
Dinamarca |
9.29 |
1064 |
-15 |
20 |
Fuente: Elaboración propia a partir de
resultados de GWA.
El análisis geoestadístico realizado en el Global Wind Atlas (tabla 2) reveló que el Istmo de Tehuantepec fue la región mexicana
con mayor potencial eólico marino: la velocidad media del viento alcanzó 12.07
m/s, mientras que en Vineyard Wind
se registraron 9.56 m/s; en Hornsea 9.75 m/s; en Wikinger, 9.48 m/s; y en Anholt
9.70 m/s. De modo análogo, la densidad media de potencia en el Istmo fue de
1863 W/m2 frente a valores inferiores a los 1400 W/m2
registrados en los casos internacionales (figura 7). La batimetría
uniforme cercana a -50 m y la distancia a costa de 14.60 km confirmaron las
condiciones óptimas para cimentaciones fijas, coherentes con la hipótesis de
que México podría superar 15 GW de capacidad offshore
instalada.
Tabla 2. Potencial eólico de tres regiones de México.
Región |
Velocidad media del viento (m/s) |
Densidad media de potencia (W/m2) |
Batimetría (m) |
Distancia de la costa (km) |
Istmo de Tehuantepec |
12.07 |
1863 |
-50 |
14.60 |
Costas de Yucatán |
7.56 |
648 |
-15 |
14.80 |
Costas de Veracruz |
7.38 |
456 |
-20 |
18.50 |
Fuente: Elaboración propia a partir
de resultados de GWA.
Figura 7. Comparación entre los casos de éxito de proyectos eólicos internacionales
y México.
Fuente: Elaboración propia a partir
de resultados de GWA.
La modelación técnico-económica en SAM para un parque tipo de 864 MW (62
turbinas) confirmó dichas diferencias cuantitativas. En el Istmo de Tehuantepec
la producción anual estimada fue de 3638.80 GWh con un factor de planta de
48.1% y un LCOE de ¢ USD 8.56/kWh. En Yucatán, la simulación arrojó 3016.27
GWh, un factor de planta de 39.9% y un LCOE de ¢ USD 10.33/kWh; mientras que en
Veracruz la producción anual fue de 2615.69 GWh, con factor de planta de 34.6%
y un LCOE de ¢ USD 11.91/kWh (tabla 3).
La relación entre velocidad media del viento y densidad de potencia se
reflejó directamente en los factores de planta y en los LCOE: velocidades
superiores a 9 m/s generaron factores de planta cercanos a 50%, mientras que
valores por debajo de 8 m/s redujeron significativamente la rentabilidad del
proyecto.
Al comparar el modelo simulado para el Istmo de Tehuantepec con los valores
promedio de los cuatro proyectos internacionales de referencia, se observó que
la velocidad media del viento en el Istmo (12.07 m/s) superó el promedio
internacional (10.27 m/s) y su densidad media de potencia (1863 W/m2)
excedió el promedio internacional (1217.25 W/m2) e incluso duplica
el promedio de parques terrestres (24-35%). Además, la distancia a costa de
14.60 km representó una ventaja logística frente a desarrollos como Hornsea 2 (89 km) o Wikinger (34
km), reduciendo costos de instalación, mantenimiento y transmisión. El LCOE de
8.56 ¢ USD/kWh en el Istmo se mantuvo dentro del rango competitivo
internacional (7.5–13 ¢ USD/kWh) (IRENA, 2023) lo que reforzó la viabilidad
económica de ese emplazamiento.
Los beneficios potenciales de las instalaciones eólicas marinas en México
se agruparon en aspectos tecnológicos, ecológicos y económicos (tabla 4).
Tabla 3. Resumen de resultados de los modelos técnico-económicos de México.
Ubicación |
Energía anual (GWh) |
Factor de capacidad (%) |
LCOE ($ MXN / kWh) |
Istmo de Tehuantepec |
3638.80 |
48.1 |
1.60 |
Costas de Yucatán |
3016.27 |
39.9 |
1.98 |
Veracruz |
2615.69 |
34.6 |
2.29 |
Fuente: Elaboración propia de
resultados de SAM.
Tabla 4. Beneficios potenciales de la energía eólica marina
en México
Beneficios económicos |
Beneficios ecológicos |
Beneficios tecnológicos |
Generación de empleo
(aprox. 15 puestos por MW instalado) |
Reducción de emisiones
de CO2 |
Desarrollo de
capacidades técnicas locales |
Reducción de costos
energéticos a largo plazo |
Disminución de
dependencia de combustibles fósiles |
Transferencia tecnológica |
Desarrollo de cadenas
de suministro locales |
Menor impacto en ecosistemas terrestres |
Innovación en tecnologías marinas |
Ingresos por arrendamiento de zonas marítimas |
Posible creación de
santuarios marinos artificiales |
Mejora en sistemas de
conexión a red |
Impulso al desarrollo regional |
Mitigación del cambio climático |
Adaptación de
tecnologías a condiciones locales |
Fuente: Elaboración propia.
DISCUSIÓN
Los resultados confirman que México posee regiones con alto potencial para el
desarrollo de proyectos eólicos marinos, destacando de manera especial el Istmo
de Tehuantepec. En esta región, la velocidad media del viento supera los 12 m/s
y la densidad media de potencia alcanza los 1,863 W/m2, valores
notablemente superiores a los observados en parques internacionales
consolidados como Hornsea (10.01 m/s) o Vineyard Wind I (9.43 m/s)
(Olivares, 2021). La batimetría uniforme cercana a -50 m y la distancia
moderada a la costa (14.60 km) ofrecen condiciones excepcionales para cimentaciones
fijas de aerogeneradores.
El modelo simulado para el Istmo mostró, además, una producción anual
estimada de 3638.80 GWh y un factor de planta de 48.1%, cifras que exceden con
holgura las observadas en Yucatán (39.9%) y Veracruz (34.6%). Estos factores de
planta superan el umbral del 40% que diferentes estudios han identificado como
indicativo de proyectos altamente rentables en entornos marinos (Li et al.,
2020; Pryor et al., 2021).
Un aspecto clave es el Costo Nivelado de Energía (LCOE) de 8.56¢ USD/kWh
para el Istmo de Tehuantepec, sensiblemente menor que los valores estimados
para Yucatán (10.33¢ USD/kWh) y Veracruz (11.91¢ USD/kWh). Este LCOE se sitúa
dentro del rango competitivo a nivel global para parques eólicos marinos (7.5–13 ¢ USD/kWh) (IRENA, 2023), lo que refuerza la viabilidad
económica de la región como sitio de escala comercial.
Desde una perspectiva de política energética y transición justa, estos
hallazgos respaldan la necesidad de enfocar los primeros desarrollos offshore en el Istmo, complementados por proyectos piloto en
Yucatán y Veracruz para acumular experiencia técnica y social. La capacidad de
generar empleo especializado y dinamizar economías locales se maximiza si se
priorizan las zonas de mayor recurso, tal como sugieren los resultados
técnico-económicos. Asimismo, el bajo LCOE obtenido en el Istmo de Tehuantepec
refuerza la viabilidad de la energía eólica marina como palanca para reducir
costos de generación y emisiones de gases de efecto invernadero en el mix eléctrico nacional.
Yucatán y Veracruz, pese a registrar recursos menores, pueden servir como
sitios piloto debido a sus factores de planta (39.9% y 34.6%) y LCOE (10.33¢ USD/kWh y 11.91¢ USD/kWh) aún viables para proyectos de escala reducida. Estos
emplazamientos facilitan la acumulación de experiencia operativa y social antes
de avanzar a desarrollos de mayor envergadura (Consejo Global de Energía Eólica, 2024).
No obstante, la implementación de parques eólicos marinos en México
enfrenta retos regulatorios y de infraestructura de transmisión (Urbano-Juárez,
2023). La ausencia de un marco normativo específico para proyectos offshore y la falta de interconexión marítima obligan a
diseñar nuevas políticas y actualizar la red eléctrica para garantizar la
evacuación eficiente de la energía. Además, resulta imperativo establecer
mecanismos de consulta comunitaria que permitan mitigar oposiciones sociales y
asegurar la aceptación local.
Entre las principales limitaciones de este estudio se encuentran la
dependencia exclusiva de datos satelitales (GWA) sin mediciones in situ, y la
falta de bases datos detalladas sobre costos de operación y mantenimiento
propios de la tecnología offshore en México. Por ello,
se recomienda que trabajos futuros:
- Realicen estudios de impacto ambiental[1] más detallados,
especialmente en la interacción oleaje-estructura utilizando simulaciones de
dinámica de fluidos computacional;
- Analicen a fondo la factibilidad de modernizar la red eléctrica nacional
para integrar la energía generada por parques marinos;
- Exploren la aceptación y participación comunitaria en zonas costeras,
documentando experiencias de consulta y planeación conjunta.
CONCLUSIONES
Se concluye que México cuenta con regiones de alto
potencial para el desarrollo de parques eólicos marinos, siendo el Istmo de
Tehuantepec la más prometedora para las cimentaciones fijas gracias a sus
condiciones geográficas y climatológicas, comparables o superiores a las de
proyectos internacionales consolidados. Su recurso eólico, que supera 12 m/s en
velocidad media y 1863 W/m2 en densidad de potencia, junto con
batimetría uniforme en -50 m y una distancia a costa de 14.60 km, podría
permitir la instalación de más de 15 GW de capacidad offshore
con niveles de rentabilidad adecuados. Este potencial ofrece una oportunidad
para diversificar la matriz energética nacional, reducir la dependencia de
combustibles fósiles y acelerar la transición hacia fuentes renovables, al
tiempo que fomenta la creación de empleo especializado, el desarrollo de
cadenas de suministro locales y la transferencia de tecnología.
Sin embargo, se observa que la planificación de proyectos
offshore en México ha carecido de mapeos integrados
que combinen batimetría, estudios anemométricos sobre recurso eólico,
proximidad a costa y criterios de cimentación, lo que ha limitado la
materialización de iniciativas a pesar del potencial teórico de alrededor de
3000 GW en la plataforma continental. Además, la adopción de tecnologías para
aguas profundas y anclajes marinos sigue siendo marginal, por lo que es
necesario impulsar la transferencia de tecnología, promover la inversión en
equipos de cimentación fija y ejecutar proyectos piloto que validen los
beneficios ambientales (ecológicos, económicos y sociales) de la energía eólica
marina. A la vez, se requiere un marco regulatorio específico que facilite la
inversión, garantice la sostenibilidad y promueva la participación de las
comunidades costeras.
Este estudio presenta dos limitaciones principales:
las simulaciones, basadas en datos de alta resolución de recursos eólicos, pueden
diferir de las condiciones operativas reales en mar abierto, y no se abordaron
de forma detallada los factores sociales, cuya consideración resulta esencial
para la viabilidad de los proyectos energéticos. Por ello, se recomienda que
investigaciones futuras profundicen en la evaluación del impacto ambiental,
incluida la interacción oleaje-estructura, exploren la modernización de la red
eléctrica para integrar la generación offshore y
analicen mecanismos de aceptación y participación comunitaria en las regiones
costeras seleccionadas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Agencia Internacional de Energías Renovables. (2023). Renewable Power Generation Costs in 2023. https://shre.ink/Sf5g
Agencia Internacional de Energías Renovables. (2024). Renewable capacity statistics 2024. https://acortar.link/mnRHDp
Agencia Internacional de la Energía. (2023). World Energy Outlook 2023. https://www.iea.org/reports/world-energy-outlook-2023
Arredondo-Gámez, M., García-Nava, H.,
Rodríguez-Hernández, O. y Lámbert-Arista, A. (2022). Estimación
del recurso eólico marino en la península de Baja California, México,
utilizando la base de datos ERA 5 [Resumen de presentación]. En XII Congreso Internacional de la Asociación Española de Climatología (pp. 543-555). https://shre.ink/SfAh
Asociación Mexicana de Energía Eólica. (2023). Reporte de energía eólica en México 2022. https://acortar.link/luFfIU
Comisión
Electrotécnica Internacional. (2019). IEC 61400-1:
2019- Wind turbines – Part 1: Design requirements (Standard No. IEC 61400-1 Ed. 4.0). https://shre.ink/SfAl
Consejo Global de Energía Eólica. (2024). Global Offshore Wind Report 2024. https://shre.ink/SfLP
Global
Wind Atlas. (2024). Conjunto de datos [Data
set]. https://globalwindatlas.info
Laboratorio
Nacional de Energías Renovables.
(2022). System Advisor Model. User Guide (Version 2022). https://sam.nrel.gov
Laboratorio Nacional de Energías Renovables. (2023). System Advisor Model Version 2023
[Software]. https://sam.nrel.gov/download/version-2023-12-17-1.html
Li, J., Wang, G., Li, Z., Yang, S., Chong, W. T. y Xiang, X. (2020). A review on development of offshore wind energy conversion system. International Journal of Energy Research, 44(12), 9283–9297. https://doi.org/10.1002/er.5751
Meza-Carreto,
J., Romero-Centeno, R., Figueroa-Espinoza, B., Moreles, E., &
López-Villalobos, C. (2024). Outlook for Offshore Wind Energy Development in
Mexico from WRF Simulations and CMIP6 Projections. Energies, 17(8), 1866.
https://doi.org/10.3390/en17081866
Olivares, G. M. (2021). Incentivos regulatorios para el desarrollo de la energía eólica marina en Chile. Revista Derecho Administrativo Económico, 33, 227-253. https://doi.org/10.7764/redae.33.8
Pryor,
S. C., Barthelmie, R. J. y Shepherd, T.J.
(2021). Wind power production from very large offshore wind farms, Joule,
5(10), 2663–2686. https://acortar.link/YQeTJf
Puerta de Armas, Y. G. (2022). Editorial. Revista
Iberoamericana Ambiente & Sustentabilidad, 5, e294. https://doi.org/10.46380/rias.vol5.e294
Secretaría de Energía. (2023). Parques eólicos en
México. Capacidad instalada. Gobierno de México. https://acortar.link/WBxYC4
Urbano-Juárez, N. (2023). Transición energética en
México, retos y desafíos. Revista Lex, 6(22), 308-326. https://doi.org/10.33996/revistalex.v6i22.163
Vázquez-Pérez, J. T. (2021). Iniciativa de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica: Retroceso en materia energética. Centro de Investigación Económica y Presupuestaria. https://acortar.link/cpJ2LN
[1] Entendido el ambiente como “un complejo sistema de
interacción entre la naturaleza y la sociedad, en el que intervienen elementos
bióticos, abióticos, económicos, psicosociales, culturales, políticos,
institucionales y tecnológicos, que determinan su estructura, funcionamiento y
estabilidad” (Puerta, 2022, p.5).