EDITORIAL

 

Un hombre con traje y corbata

Descripción generada automáticamenteJOSÉ LUIS CORVEA PORRAS

Doctor en Ciencias Ambientales

Investigador Auxiliar

Especialista Principal

Inversiones GAMMA S.A. Cuba

 

 

 

Los problemas ambientales globales, como consecuencia del crecimiento económico provocado por la intervención humana, parecen ser titulares antiguos y, al mismo tiempo relevantes, debido al crecimiento individual o específico de cada problema y el escenario resultante que han dibujado hasta la actualidad. A pesar de que hace siglos se identificaron las causas, consecuencias, soluciones y alternativas; el intento de concienciar, divulgar y difundir la condición finita de los recursos disponibles en el planeta comenzó hace apena hace 60 años aproximadamente.

 

En la actualidad pasamos de la conservación de la biodiversidad centrada en la pérdida de especies, a la conservación basada en hábitats y ecosistemas, del desigual desarrollo económico y social, al avance de la economía circular como opción ambiental. No obstante, la degradación ambiental entre las regiones del norte y del sur son cada vez más evidentes. Muchos foros, congresos, cumbres y acuerdos internacionales han tratado la problemática ambiental principalmente como un asunto político, lo que conduce a la creación de alternativas, programas, estrategias e iniciativas que dependen principalmente de un financiamiento específico que, en teoría, proporciona el apoyo necesario para una gestión ambiental eficiente.

 

Sin embargo, la gestión ambiental será más efectiva si considera al ser humano como una entidad biológica y psicosocial. Por lo tanto, es importante enfocarse en sus dificultades, abandonando la política y la burocracia centradas en la resolución práctica de los problemas. No es lo mismo, la política de la gestión ambiental que la gestión ambiental como política, esto implica pasar directamente del papel (cumbres, foros y eventos) al diagnóstico en el terreno, la validación de estudios concretos, la mitigación, la solución y el monitoreo, con el fin de lograr una gestión participativa, integrada, multidisciplinar y multisectorial.

 

Sería bueno pensar y actuar en este contexto, porque la misión es invertir en las prioridades, los recursos y los resultados, en lugar de en instituciones y funcionarios. Es hora de empoderar directamente el liderazgo y la gestión de las comunidades, de lo contrario, la fecha límite para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como el fin de la pobreza y el hambre, el bienestar con salud e igualdad de género, el acceso al agua limpia, la vida de los ecosistemas terrestres, la acción por el clima y otros seguirá cambiando. Es hora de priorizar la gestión ambiental desde el paradigma de la sustentabilidad, como clave principal, sin intereses geopolíticos, económicos o comerciales, con una clara prioridad en la protección de la especie humana y de la naturaleza de la que forma parte.