Revista Iberoamericana Ambiente & Sustentabilidad Vol. 4, 2021

turismo sustentable

DOI: https://doi.org/10.46380/rias.v4.e134

Artículo científico

Imaginarios sociales de las vulnerabilidades climáticas de la ciudad de La Paz, Bolivia

Social imaginaries about climate vulnerabilities in the city of La Paz, Bolivia

Imaginários sociais sobre vulnerabilidades climáticas na cidade de La Paz, Bolivia

Sintia Lorena Yañez Aguilar/ Fondo Verde, Perú - Universidad Centro Panamericano de Estudios Superiores, México /

sintia.yanez@gmail.com

Recibido: 28/2/2021 Aceptado: 29/7/2021 Publicado: 11/9/2021

RESUMEN

La ciudad de La Paz es la capital administrativa del Estado Plurinacional de Bolivia, se encuentran a 3600 m s. n. m. y cuenta con un clima de alta montaña, por su altura y topografía es considera como una de las ciudades más altas y complejas del mundo. Esta investigación buscó reconocer las vulnerabilidades climáticas de la ciudad de La Paz a través de la aplicación de una metodología que no busca mayorías o porcentajes que, por sí mismos, tengan un significado concluyente; más bien, trató de hacer observable la construcción que la población de la ciudad de La Paz hace de la realidad de sus vulnerabilidades climáticas. Del análisis efectuado, se concluye que los imaginarios sociales concebidos por la población de La Paz sobre las vulnerabilidades climáticas están más bien equiparados a una suerte de amenazas, con una gestión histórica de riesgo fundada en la resistencia y en la contención de las amenazas, y en la posterior compensación de las consecuencias. De hecho, no se menciona la gestión de vulnerabilidades (exposición y sensibilidad). De esta manera es como la población lo entiende, lo siente y lo ha vivido.

Palabras clave: cambio climático, ciudad de La Paz, exposición, riesgo, susceptibilidad

ABSTRACT

The city of La Paz is the administrative capital of the Plurinational State of Bolivia, they are located at 3600 m s. n. m. and it has a high mountain climate, due to its height and topography it is considered one of the highest and most complex cities in the world. This research sought to recognize the climatic vulnerabilities of the city of La Paz through the application of a methodology that does not seek majorities or percentages that, by themselves, have a conclusive meaning; rather, it tried to make observable the construction that the population of the city of La Paz makes of the reality of their climatic vulnerabilities. From the analysis carried out, it is concluded that the social imaginary conceived by the population of La Paz regarding climate vulnerabilities are rather equated to a kind of threats, with a historical risk management based on resistance and containment of threats, and in the subsequent compensation of the consequences. In fact, vulnerability management (exposure and sensitivity) is not mentioned. This is how the population understands it, feels it and has lived it.

Keywords: climate change, city of La Paz, exposure, risk, susceptibility

RESUMO

A cidade de La Paz é a capital administrativa do Estado Plurinacional da Bolívia, caracterizada por estar 3600 metros acima do nível do mar e um clima de alta montanha, cuja localização e topografia são definidas como as cidades mais altas e complexas do mundo. Esta pesquisa busca reconfirmar as vulnerabilidades climáticas da cidade de La Paz, através da aplicação de uma metodologia que não busca maiores ou percentuais que por si só tenham um significado conclusivo; pelo contrário, tentou fazer com que se observasse que a população da cidade de La Paz enfrenta realidades de suas vulnerabilidades climáticas. Da análise realizada, conclui-se que as imagens sociais sobre vulnerabilidades climáticas, concebidas pela população de La Paz, são bastante equiparadas a uma espécie de coletor, como um gerenciamento histórica da falésia baseada na resistência e contenção de coletor, e compensação posterior por consequências, gerenciamento de vulnerabilidade (exposição e sensibilidade) não mencionada. É assim que a população o entende, sente e vive.

Palavras chave: cidade de La Paz, exposição, mudanças climáticas, risco, suscetibilidade

INTRODUCCIÓN

En general, el mundo se caracteriza por ser cada vez más urbano, como consecuencia del desplazamiento de un número creciente de personas hacia las ciudades (Vera y Adler, 2020). De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas-Hábitat (2020), se estima que el número de personas que estarán viviendo en ciudades en el 2035 aumentará a 3470 millones, lo que representará el 39 % de la población global. En lo referido a América Latina, en el año 2020, 321.2 millones de personas vivían en las metrópolis, y entre 2020 y 2035 se prevé que ese número aumente en 53 millones.

Por otro lado, «las condiciones climatológicas a nivel global están cambiando y las temperaturas extremas son más frecuentes; como consecuencia, el mundo enfrenta uno de los problemas ambientales más complejos y urgentes del siglo XXI: el denominado fenómeno del cambio climático» (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 2005, como se citó en Duque, 2015, p. 10). Esta problemática está mediada también por un conjunto de procesos sociales, entre los cuales se encuentra la construcción del imaginario social, el que influye en la manera como se perciben y se transforman los espacios físicos en relación con las vulnerabilidades climáticas.

Sin embargo, todo lo referido al imaginario, la imaginación y lo simbólico fue negado, y no se aceptó como fuente de conocimiento científicamente plausible. Esto generó una serie de objeciones derivadas de una larga hegemonía empírico-racionalista que negaba la posibilidad de implementar otros métodos que sean distintos a los tradicionales, pero, sobre todo, que no sienten bases en la lógica tradicional. Bajo este entendido, Maffesoli (1993) señala que: «Urge que el discurso sobre lo social escuche con más atención al discurso de lo social, aunque la incoherencia de éste pueda molestar a las inteligencias rigurosas formadas en el racionalismo de las luces» (p. 52).

Los imaginarios sociales no pueden definirse en términos de un concepto preciso, único y particular, debido a la amplitud del tratamiento de lo imaginario; bajo esta conceptuación, el presente trabajo hará mención, en forma selectiva, de autores cuyas experiencias y conceptos se consideran relevantes para la presente investigación.

La teorización en torno a los imaginarios sociales tiene varias fuentes, orígenes y autores, los cuales han dedicado su atención a la compleja red de valores, símbolos, imágenes e ideas con las que se interpreta y da sentido a la realidad. Esto ha dado lugar a diversas perspectivas y escuelas sobre la concepción de los imaginarios sociales, entre las cuales está la línea francesa, que manifiesta sus perspectivas a través de las ideas de Emile Durkheim, quien presentó el estudio de las representaciones sociales con la publicación de su obra Las Formas Elementales de la Vida Religiosa, en 1912. En esta, se expone la relación que existe entre la religión y la integración de la sociedad, y se posiciona el factor imaginario como relevante para el entendimiento de la sociedad (Duque, 2015). Seguidamente, el investigador Durand brinda la base antropológica de lo que se convertiría en el concepto de lo imaginario, a partir de una vista influenciada por el elemento arquetípico, así como por lo simbólico y lo mítico (Duque, 2015).

Para muchos Castoriadis se considera como el teórico del imaginario social y brinda la siguiente definición: «todo imaginario social es instituyente, donde cada individuo y su intercambio con otras subjetividades hacen parte de un entorno que comparte espacio, momento histórico, concepción de estado, patria, familia, justicia, religión y todas las esferas de la vida» (Castoriadis, 1997, como se citó en Cocomá, 2016, p. 20). Otro relevante estudioso es Pintos (2015), quien define a los imaginarios sociales como «...aquellos esquemas construidos socialmente que orientan nuestra percepción, permiten nuestra explicación, hacen posible nuestra intervención en lo que en diferentes sistemas sociales sea tenido como realidad» (p. 156).

Entre los investigadores latinoamericanos destaca Silva (2006), quien permite ensamblar los conceptos de Durand, Castoriadis y Pintos en torno a las ciudades. Este autor propone un análisis de los imaginarios urbanos de la ciudad latinoamericana, disgregando sus componentes y revisando la ciudad imaginada, poniendo en relieve la composición del lugar a partir de cómo y por qué se encuentra todo allí, de quién lo hace, y de las personas que habitan y circulan los lugares, aportando así a las características que hacen al territorio.

Finalmente, Leff (2010) indaga en aquello que denomina imaginarios sociales de la naturaleza y la sustentabilidad, y plantea la necesidad de considerar a los imaginarios ambientales de las comunidades locales que habitan los territorios con el fin de generar y recopilar conocimientos de la percepción de las ideas del desarrollo y de los elementos principales de su cultura ambiental. Para Leff (2010), los imaginarios sociales no solo son una forma de pensar la realidad, sino una forma de hacerla. Por último, este autor identifica claramente el papel de los imaginarios sociales de la sustentabilidad como el lugar en el que debemos indagar para lograr articular una nueva racionalidad ambiental capaz de enfrentar los desafíos que exceden a la modernidad reflexiva.

Teniendo en consideración todos los conceptos presentados en párrafos anteriores, es importante resaltar que los investigadores referidos muestran una coincidencia al considerar que los imaginarios sociales, claramente, más que a significados remiten a sentidos.

En la región se han desarrollado un sinnúmero de estudios sobre imaginarios sociales con respecto a diferentes temáticas y distintos campos disciplinarios. En lo referido a Bolivia, se resaltan cinco ámbitos de estudio: el dedicado al imaginario político; la temática indígena y territorial; el relativo al imaginario urbano; el imaginario de las migraciones y transformaciones; y el imaginario cultural (Rossells, 2015). Por cierto, ninguno de ellos referido al medioambiente, los recursos naturales o al cambio climático.

En relación con la ciudad de La Paz, se puede indicar que es una de las ciudades de Bolivia receptora de migración rural que enfrenta no solo un proceso de expansión, sino también de densificación de su mancha urbana, con mayor relevancia en las laderas de alta pendiente. Lo anterior, sumado a las características topográficas y a las condiciones socioeconómicas diversas, e incluso al hecho de ser sede del Gobierno, la convierte en una ciudad con alta exposición a amenazas de diferentes tipos, incluyendo las climáticas.

Es así como a lo largo de las últimas décadas la ciudad de La Paz ha sufrido una serie de eventos negativos, muchos de ellos señalados como consecuencias del cambio climático. Dentro los eventos más significativos pueden mencionarse: deslizamiento de Cotahuma, en 1996; megadeslizamiento del Complejo Pampahasi–Callapa, en 2011 (López, 2017); granizada de febrero, en 2002; sequía de 2016, y el más reciente deslizamiento de la zona Kantutani, en 2018. La ciudad ha superando todos estos eventos, en base a los cuales ha acumulado un importante bagaje de conocimientos, tanto de las vulnerabilidades y amenazas a las que se ve expuesta, como también sobre sus capacidades de resiliencia. Son estas experiencias las que permitieron a la ciudad de La Paz generar construcciones sociales a lo largo de su historia, y las que la llevaron a la creación continua e indeterminada de figuras, formas e imágenes en relación con diferentes aspectos de su entorno, generando así sus propios imaginarios sociales sobre la base de lo que le ha tocado vivir.

De esta manera, se encuentra un escenario que reclama la necesidad de buscar y estructurar nuevos conocimientos para analizar la relación vulnerabilidades climáticas-sociedad partiendo de sus imaginarios sociales, y de este modo contribuir con el entendimiento de las lógicas que subyacen a las vulnerabilidades climáticas y sus manifestaciones.

En función de lo expuesto, la presente investigación plantea como objetivo reconocer las vulnerabilidades climáticas identificadas por la población de la ciudad de La Paz a través de la articulación y entendimiento de sus imaginarios sociales, para acercarnos a las formas y modos que fungen como realidades, y que cristalizan lo que se acepta como realidad. Se debe iniciar señalando que este trabajo no pretende ser un ejercicio exhaustivo; por el contrario, es solo una aproximación, un trabajo exploratorio.

MATERIALES Y MÉTODOS

A raíz de la pandemia de la COVID-19, se diseñó un plan de trabajo adaptado a las nuevas condiciones de sociabilización establecidas en el marco de lo instituido por las restricciones sociales y las condiciones de bioseguridad que se impusieron en la ciudad de La Paz durante la gestión 2020. Se partió de la selección de instrumentos que permitieron recolectar información a través de encuestas y entrevistas semiestructuradas, las cuales se implementaron de forma virtual o en línea, por lo que se recurrió a redes sociales de fácil acceso para la población en general.

Por otro lado, la metodología aplicada no busca mayorías o porcentajes que, por sí mismos, tengan un significado cierto o concluyente; se trata más bien de hacer observable la construcción que la población de la ciudad de La Paz hace de la realidad de sus vulnerabilidades climáticas.

Diseño de la investigación sobre la base de la metodología de Juan Luis Pintos

El presente trabajo se sustentó en la propuesta de metacódigo de Pintos (2003), relevancia/opacidad, basada esencialmente en la teoría de reproducción visual, en la que siempre se tendrá una limitante en cuanto a la definición de la realidad, ya que se asume que las diversas perspectivas establecen distintas relevancias e ignoran diferentes opacidades, a pesar de que las personas están acostumbradas a que toda realidad es susceptible de ser percibida en el plano visible. En tal sentido, Pintos (2003) afirma:

No habría una observación específica de las relevancias y otra de las opacidades, sino que, observando las relevancias y sus mecanismos de descripción (priorización, narrativización, naturalización, etc.), que organizan el relato de su realidad como construida, se puede llegar a definir las opacidades de lo presente como ausente, de lo preterido, de las diferentes formas de programación de la contingencia. (p. 27)

En cuanto a los procedimientos de observación, Pintos (2005) parte de la definición de Luhmann que indica que «observar es generar una diferencia con la ayuda de una distinción que no deja fuera con ello nada distinguible. El observar es un señalar diferenciante» (Luhmann, 1990, como se citó en Beriaín, 1999, p. 244). Posteriormente, propone una observación denominada de primer orden, en la que se cuenta lo que se ve, seguida de una observación de segundo orden, en la que se observa cómo y desde dónde ve y cuenta el observador del primer orden, y en donde «los componentes fundamentales de la operación son tres: distinción de la diferencia; construcción de la marca (de un lado de la diferencia) como posición, y establecimiento de la unidad inseparable de marca y diferencia» (Pintos, 2005, p. 33).

Procedimientos

La unidad de muestreo o material de trabajo se constituyó con la población del área urbana del municipio de La Paz, donde se buscó que la población de dicha ciudad pudiera, de alguna manera, transparentar sus imaginarios sobre sus vulnerabilidades, generados a partir de eventos negativos considerados trascendentales, a través de encuestas apoyadas en un cuestionario aplicado siguiendo un muestreo no probabilístico de tipo intencional. La información obtenida se analizó a través del software Atlas.ti.

Descripción del área de estudio

El municipio de La Paz, en adelante ciudad de La Paz, se ubica a 68 km. del lago Titicaca, en el oeste de Bolivia, a una altura de 3640 metros sobre el nivel del mar y cuenta con un clima caracterizado como de alta montaña. Según el censo de Población y Vivienda de 2012, la población del municipio de La Paz se estimó en 845 719 habitantes, con una proyección para el 2022 de 956 732 habitantes (Instituto Nacional de Estadística, 2020).

Figura 1. Municipio de La Paz

Fuente: Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (2018).

RESULTADOS

Para identificar las categorías visibles de la construcción social que hizo la población de la ciudad de La Paz, sobre la base de conceptos, verbos, lugares y nombres, entre otros, se inició un análisis partiendo de la organización de la información recabada, generándose una nube de registros, tal como se observa en la figura 2.

Figura 2. Nube de registros emergente

Fuente: Elaboración propia.

Después de repasar la mayoría de los registros emergentes, se utilizaron unas categorías para clasificarlos según los contenidos que aparecían en ellos. Dichas categorías fueron las siguientes:

Tabla 1. Categorías identificadas. Observación de primer orden

Fuente: Elaboración propia.

Hasta acá se disponía de una serie de registros, tomados de las encuestas, agrupados y clasificados según unas categorías que se han manifestado como perspectivas en un primer momento de la observación.

Después de obtener las perspectivas, se llevó a cabo la observación de segundo orden para interpretar cómo y desde dónde la población de la ciudad de La Paz hace sus relatos; acá se pudo identificar que en cada perspectiva obtenida se construyeron opacidades que dejan de lado otros enfoques, o como indica Torres (2015), que quedaron en el dominio del punto ciego del observador.

La observación de segundo orden se desarrolló a partir de la estructuración de un diccionario semántico en el que se incluyó todo lo que se dijo sobre cada una de las perspectivas que fueron definidas en la observación de primer orden. Seguidamente, se definieron los campos semánticos más significativos y se reagrupó a cada uno de los códigos en campos definidos, como el conjunto de palabras de significados semejantes y diferenciados de otros conjuntos.

Con ello, pudo darse el último paso para establecer los diferentes imaginarios sociales, los cuales no se derivaron de la observación del autor, sino que emergieron de la diversidad de significaciones encontradas y que se autoorganizaron como marco semántico. Lo anterior permitió establecer como realidad el múltiple discurso sobre las vulnerabilidades climáticas de la ciudad de La Paz. A continuación, se presentan las relevancias y opacidades desde cada perspectiva identificada.

Perspectiva desde las condiciones climáticas

El clima se define como «una descripción estadística del tiempo atmosférico en términos de los valores medios y de la variabilidad de las magnitudes correspondientes durante períodos que pueden abarcar desde meses hasta millares o millones de años» (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, 2014, p. 180). Los grupos semánticos que presentaron las relevancias identificadas en esta perspectiva se encuentran en la tabla 2.

Tabla 2. Grupos semánticos desde la perspectiva de las condiciones climáticas

Fuente: Elaboración propia.

Estas relevancias darían por sí mismas una imagen convencional del planteamiento de las vulnerabilidades a partir de las condiciones climáticas; sin embargo, el modelo debía completarse con las cuestiones no planteadas o no mencionadas que conforman la realidad de sus vulnerabilidades.

En el primer foco de generación se situó al código susceptibilidad, entendido no únicamente como la sensibilidad a sufrir una serie de daños o saber los efectos de las condiciones climáticas, sino también como la probabilidad de la duración y el incremento de estos. En el segundo foco se situó a la exposición, entendida como el grado en el que las diferentes zonas; personas; medios de subsistencia; especies o ecosistemas; servicios y recursos ambientales; e infraestructuras o activos económicos, sociales o culturales de la ciudad de La Paz podrían verse afectados negativamente.

Perspectiva desde la autogestión

Esta perspectiva hace referencia al nivel de autogestión que tiene la población, de manera de poder evitar el daño o la existencia de algo que lo produzca; es decir, se refiere a la acción de resguardarse a través de una forma de relacionarse y organizarse (Salamanca, 2007), la que estará supeditada a la posición económica y cultural, e incluso a los niveles de exposición. Los grupos semánticos que presentaron las relevancias identificadas en esta perspectiva se encuentran en la tabla 3.

Tabla 3. Grupos semánticos desde la perspectiva de la autogestión

Fuente: Elaboración propia.

A pesar de que las relevancias identificadas guardan coherencia en sus planteamientos, existen ausencias referidas a la articulación entre organizaciones, comunidades y personas para la gestión, desarrollo, diseño y planificación de sus zonas, a saber: la autogestión zonal y la gobernanza urbana. La autogestión es entendida como el proceso a través del cual la población puede autoadministrarse y establecer, en la medida de las posibilidades, un control sobre sí misma, asumiendo sus propios proyectos y permitiendo, de alguna manera, el mejoramiento de sus condiciones de vida. Por otro lado, la gobernanza se constituye en un proceso que articula la participación de la comunidad en la toma directa, libre y, sobre todo, informada de decisiones, y en el establecimiento y cumplimiento de las reglas.

Perspectiva desde los factores territoriales y estructurales

Esta perspectiva estaba referida a las características geográficas y al nivel de protección que las infraestructuras y los equipamientos urbanos brindan a los ciudadanos y sus bienes, como pueden ser el drenaje pluvial y los muros de estabilización de laderas, entre otros. Los grupos semánticos que presentaron las relevancias identificadas en esta perspectiva se encuentran en la tabla 4.

Tabla 4. Grupos semánticos de la perspectiva desde los factores estructurales y territoriales

Fuente: Elaboración propia.

Ahora bien, lo que no apareció bajo las relevancias citadas son aquellas características peculiares de la ciudad de La Paz basadas en su ubicación y topografía, las que la definen como una de las ciudades más altas del mundo, otorgándole la categoría de Ciudad Maravilla (Bolivia Emprende, 2014). Estas características, adicionalmente a la incidencia del cambio climático, se constituyen en amenazas con alto potencial de ocasionar eventos como flujos de barro/mazamorras, deslizamientos/derrumbes, erosiones, hundimientos o sifonamientos, los cuales generan impactos con consecuencias severas para la salud; daños a la propiedad pública y privada; la pérdida de medios de sustento y de servicios básicos, y trastornos sociales y económicos. Es coherente con ello que el siguiente cuadrante de las opacidades esté referido a la existencia de zonas de riesgo que, de alguna manera, están fundamentadas, principalmente, en la geomorfología del área donde se asienta la ciudad. Estas zonas fueron identificadas por las autoridades municipales y hechas públicas a través de una serie de documentos que muestran la zonificación de la ciudad. Así se obtuvo el documento titulado Marco de la gestión ambiental para el componente de La Paz. Programa ciudades resilientes (Rodriguez, 2019).

Perspectiva desde la urbanización espontánea y descontrolada

La urbanización espontánea y, en muchos casos, descontrolada está vinculada a las relaciones sociales, formas de comportamiento, creencias, organización, cosmovisión y actuar de las personas, lo que las pone en una situación de mayor o menor exposición a las amenazas, o las hace más sensibles a los efectos de estas (Salamanca, 2007). Los grupos semánticos que presentaron las relevancias identificadas en esta perspectiva se encuentran en la tabla 5.

Tabla 5. Grupos semánticos de la perspectiva desde la urbanización espontánea y descontrolada

Fuente: Elaboración propia.

A pesar de la claridad con que se plantearon los grupos semánticos considerados como relevantes, no se hizo referencia a la planificación urbana, proceso que, de hecho, en la ciudad de La Paz no ha logrado gestionar la expansión urbana descontrolada, orientada principalmente a las zonas demarcadas como de alto riesgo, como son las áreas forestales urbanas denominadas cinturón verde de la ciudad. Con lo cual, nuestro segundo cuadrante de opacidad estuvo cubierto por el código loteamiento, entendido como el proceso a través del cual las personas adquieren terrenos por medio de la usucapión de áreas municipales, sin importar el nivel de exposición o susceptibilidad a los cambios climáticos que estas áreas pudieran tener, con el único objetivo de comercializarlos, ya sea con o sin documentación, o con documentos falsos.

DISCUSIÓN

Es importante reflexionar sobre el procedimiento o la metodología seguida, la cual se basó en la propuesta de metacódigo de Pintos (2003). Asimismo, es importante tener presente que el objetivo no fue desarrollar un estudio cuantitativo, sino cualitativo y centrado en la hermenéutica de los textos. Por esta razón, debe prescindirse de los datos de cuantificación que no resultan relevantes para el estudio en cuestión, concentrado en la búsqueda del sentido de los textos.

Dentro de los resultados que se encontraron a través de los grupos semánticos de mayor relevancia, desde las perspectivas de las condiciones climáticas y desde los factores territoriales y estructurales, están los relacionados con el recurso hídrico, mencionado a partir de diferentes concepciones: escasez (sequías), exceso (riadas), fuente (lluvias, desmontes) e incluso recolección y disposición final (drenajes y alcantarillados). En la misma línea, se observa la relevancia que es otorgada a las categorías de deslizamientos y desastres, incluidas en las perspectivas desde los factores territoriales y estructurales, y desde la autogestión de las vulnerabilidades. A partir de lo anterior, se puede deducir que las construcciones sociales están determinadas por los eventos negativos que se dieron en los últimos años, como por ejemplo: granizada de 2012 (factor potenciador: deficiente drenaje pluvial); deslizamientos de laderas, como el de Cotahuma, en 1996, y el de Kantutani, en 2018 (factor potenciador: deficiente o inexistente sistema de alcantarillado); sequía de 2016 (factor potenciador: ineficiente gestión de reservorios-presas y de la demanda y oferta de agua) según Hoffmann, (2016).

Otro de los resultados observados está referido a las perspectivas desde la urbanización espontánea y descontrolada, y desde la autogestión, donde los campos semánticos de más relevancia identificados fueron los que siguen: conciencia, participación, conocimiento y desastres. Estos señalan a la vulnerabilidad como una combinación de las condiciones sociales y económicas, donde el fenómeno del cambio climático agudiza los problemas sociales ya existentes y contribuye a la profundización de la desigualdad, limitando o potenciando las capacidades de autogestión.

Lo mencionado en los párrafos precedentes es lo que todos identifican como las vulnerabilidades climáticas. Hasta acá, estos resultados mantienen coherencia con lo visible; por ello, se debe completar el análisis con las opacidades o cuestiones que no se plantearon, o con las sombras que quedan fuera del foco del primer observador, con las cuales se completarán las construcciones sociales de la realidad de las vulnerabilidades climáticas en la ciudad de La Paz.

Entonces, analizando lo que no se ve, se observa que existe una discrepancia en las relevancias identificadas en la perspectiva desde las condiciones climáticas, en vista de que las mismas dejan fuera de foco a la exposición y sensibilidad; es decir, que se salen del principio que indica que la vulnerabilidad se manifiesta ante la exposición y sensibilidad frente a una amenaza. El concepto de vulnerabilidad que ha construido la población, desde esta perspectiva, está más bien equiparado a una suerte de amenazas, sin que se consideren los otros factores de la ecuación; esto es, que una ciudad es vulnerable porque es susceptible y está altamente expuesta a sufrir daños sin las capacidades de hacer frente a un evento adverso.

Lo indicado en el párrafo anterior podría estar determinado por la política de gestión de riesgos que desarrolló el municipio de La Paz, la cual se basa en la resistencia a las amenazas y no considera la gestión de vulnerabilidades; vale decir, no considera la reducción de las susceptibilidades y exposición, con lo cual, la ciudad tiende a aumentar la vulnerabilidad por el crecimiento de la población expuesta a las amenazas. Por lo tanto, en general, los habitantes de la ciudad observan únicamente la contención de la amenaza cuando esta se genera y manifiesta, así como la compensación de sus consecuencias, y traduce todo ello como vulnerabilidad. Otra razón posible puede estar referida a que existe una inadecuada interpretación del concepto de vulnerabilidad, al cual normalmente se le atribuye un significado equivalente a la noción de pobreza, y a que no se lo relaciona al concepto de cambio climático; este último, entendido e interiorizado simplemente como una nueva amenaza.

Las opacidades que se presentan en las otras tres perspectivas, que, a diferencia de las referidas a las condiciones climáticas, forman parte del día a día de la ciudad y todo habitante está al tanto de su existencia, son la topografía, las áreas de riesgo, la planificación y los loteamientos, siendo las mismas consideradas como obvias. Sin embargo, no se las reconoce como parte de las relevancias, quizá porque no son climáticas, pero sí son condiciones preexistentes, e incluso algunas son resultantes de las modificaciones antrópicas al ambiente, las que generan condiciones de vulnerabilidad (exposición y susceptibilidad) y podrían gatillar o potenciar el resultado negativo de un fenómeno climático que impacta en una sociedad vulnerable.

Por tanto, podría considerarse que personas que viven en zonas clasificadas como de riesgo están conscientes de la amenaza bajo la cual conviven y, de acuerdo con estas, han creado una serie de estrategias que les permiten establecer un proceso de ocupación en función de sus necesidades inmediatas. Si bien esto ha generado una capacidad de adaptación para convivir con el miedo, a la vez ha permitido construir su propio escenario para que la vida cotidiana continúe.

CONCLUSIONES

De lo expuesto, puede indicarse que los esquemas sociales históricamente construidos por la población de La Paz, que llevan a la creación continua e indeterminada de figuras, formas e imágenes con relación a diferentes aspectos de su entorno, llevando a la creación de imaginarios sociales de lo que consideran sus vulnerabilidades climáticas, se generaron en torno a eventos con consecuencias negativas que se presentaron en las últimas décadas. Estos no siempre respondieron a una causa climática, pero impactaron de alguna manera en la sensación de seguridad y calidad de vida en la urbe. Por otro lado, dichos eventos también permitieron generar y acumular un bagaje de conocimientos sobre las amenazas a las que está expuesta la población, lo que determina su capacidad de resiliencia (autogestión).

Ahora bien, cuando la población hace referencia a sus construcciones sociales sobre sus vulnerabilidades, más allá del origen de estas, se refiere más bien a las amenazas y condiciones que potencian las mismas, dejando de lado el concepto del riesgo que indica que este se crea en la intersección de la amenaza y la vulnerabilidad (exposición y susceptibilidad). A pesar de dichos factores, se establece una aparente autonomía. Es imposible hablar de amenaza sin la presencia de la vulnerabilidad, y viceversa; es decir, si no existe una exposición y la susceptibilidad de sufrir daño al encontrarse frente a un evento climático extremo, no hay amenaza climática, sino solamente un evento extraordinario sin repercusiones en la seguridad y calidad de vida.

Entonces, los imaginarios sociales generados en torno a las vulnerabilidades climáticas están restringidos al concepto de cambio climático, pero comprendido este como sinónimo de amenaza. Muy posiblemente, esta construcción social se estructura alrededor de dos pilares: el primero, la gestión histórica del riesgo, fundada en la resistencia y contención de las amenazas, y en la posterior compensación de sus consecuencias, en la que no se prioriza la reducción de la exposición y susceptibilidad (gestión de vulnerabilidades); y el segundo, la conceptualización del término vulnerabilidad, al cual se le atribuye únicamente un significado equivalente a la noción de pobreza.

Respecto al objetivo de la investigación, que era reconocer las vulnerabilidades climáticas identificadas por la población de la ciudad de La Paz, a través de la articulación y entendimiento de sus imaginarios sociales, puede concluirse que dichos imaginarios están más bien equiparados a una suerte de amenazas: es de esa manera como la población lo entiende, lo siente y lo ha vivido.

El presente trabajo tiene un carácter exploratorio porque, como se dijo, es el primero que intenta un entendimiento de las vulnerabilidades climáticas a partir de las construcciones sociales que se desarrollan en la ciudad de La Paz. Por ello, y dada la limitación que generó la pandemia de la COVID-19, en el futuro podrán abrirse nuevas vías de investigación que lo complementen o profundicen.

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